“Esta obra es una escena de nuestra cosmovisión ancestral sobre los cuatro mundos. Panshin Nete es uno de ellos: el Mundo Amarillo”, me explicó Inin Metsa, también conocido como Harry Pinedo, educador y pintor residente en Cantagallo, en el Rímac. “Pero yo he pintado lo que para mí es ese mundo en la actualidad, por eso el título es Ramatian Panshin Nete, El Mundo Amarillo Contemporáneo.” La pieza de acrílico sobre lienzo y tamaño imponente, 150 X 150 cm, fue ideada por el autor para ser presentada en a exposición La canoa: melodías desde el río, curada por Rember Yahuarcani en el Centro Cultural de la Universidad de Lima, del 9 de octubre al 9 de diciembre de 2023.

Los abuelos shipibo-konibo contaban que el Mundo Amarillo era un mundo invisible de enfrentamiento entre el bien y el mal.“ Era una lucha por la sobrevivencia de las almas, porque en el Mundo Amarillo hay almas no tan buenas que pueden invadir a las personas vivas y destruir el espíritu del buen vivir del ser humano.” En el mundo amarillo, los grandes chamanes, llamados mëraya, enfrentaban las malas energías de otros chamanes y sus armas espirituales.

el mundo amarillo contemporáneo. detalle

Los otros mundos eran Non Nete, Nuestro Mundo, donde vivimos nosotros y todos los seres del bosque. Abajo estaba Jene Nete, el Mundo de las Aguas, donde los bufeos y las anacondas no se ven como animales, se ven son personas; ellos se convierten en personas. Los mëraya del pasado sabían conversar con ellos para utilizar su poder. Arriba era Jakon Nete, el Mundo Bueno del padre sol y las estrellas, que son personas que hicieron buenas obras en vida. Panshin Nete, el Mundo Amarillo, en cambio, era un ámbito de enfrentamiento espiritual.

“Esa lucha, antes, era un combate en el plano invisible. No lo podíamos ver con nuestros ojos, así, en el día a día. Eso era el mundo amarillo, antes. Cuando estaba pintando para la exposición La canoa, melodías desde el río, me puse a reflexionar: si el Mundo Amarillo era antes en el plano espiritual como nos lo contaban los abuelos, ahora en el tiempo contemporánea ha cambiado mucho. La lucha ya no es solamente espiritual, invisible, sino que ahora esa lucha la estamos viendo y viviendo en la realidad que nos rodea.”

Para Inin Metsa, el Mundo Amarillo Contemporáneo es la experiencia de autodestrucción que nos rodea. En sus palabras, es “la ola de extinción causada por el ser humano, la depredación motivada por el consumismo.” Su ´pintura nos muestra un retrato desgarrador de un combate que ha rebalsado el ámbito espiritual y penetrado nuestro día a día amenazando la existencia de Nuestro Mundo. No es una ficción ni una película de terror. Lo vivimos en la realidad y nos está matando.

“En la parte izquierda de la pintura, vemos a los madereros talando ilegalmente, destruyendo los bosques, espantando a los animales, a las aves. Este es un enfrentamiento causado por el hombre que solamente piensa en el consumismo y no protege, no siembra para más adelante, para las futuras generaciones. En la parte derecha, vemos que hay incendios de forestación. Los monos, los gallitos de las rocas, las aves migran y la selva se queda como un desierto.”

También es un enfrentamiento causado por la ciencia y su manipulación de las bacterias y los virus, como lo vivimos todos durante la pandemia. Es algo que no obedece a las fronteras de los países. El coronavirus se expandió desde otro continente hasta llegar a la Amazonía. Inin Metsa pinta al coronavirus con los colores de la enfermedad del Mundo Amarillo. “Nos afectó bastante a los indígenas, especialmente a los que estábamos en la ciudad.”, explica. “Esto es lo que se ve hoy, porque el Mundo Amarillo ahora es el mundo contemporáneo en que vivimos.”

El Mundo amarillo contemporáneo. detalle

La parte central de la pintura muestra a un enfermo postrado siendo atacado por dos seres gigantes y voraces. “Es la humanidad”, me explica Inin Metsa. El enfermo somos todos nosotros, todas las personas, incluyendo a los animales y todos los seres que también son personas. Un mëraya fumando su cachimbo de tabaco está sentado a su lado en el centro, intentando curarlo con los conocimientos medicinales del bosque: tabaco, ayahuasca, agua florida y muchas plantas más. “Son las herramientas con las que el mëraya lucha contra la enfermedad.” Encima de su corona emplumada, ruge la faz de una pantera negra.

“Es la fuerza simbólica de mi abuelo que era mëraya y en su visión se convertía en pantera negra y en todo tipo de pumas, tigres y jaguares. Esos jaguares venían a protegerlo durante las ceremonias de ayahuasca cuando él se enfrentaba a las malas energías de otros chamanes. Esas fueron las enseñanzas de mi abuelo cuando yo era niño. Todo lo que miraba cuando tomaba ayahuasca, él me contaba esas escenas. Por eso yo pinto su medicina para mostrar los enfrenamientos del Mundo Amarillo Contemporáneo.”

El mëraya está luchando contra dos chamanes que se están enfrentando entre ellos también, cada cual a un lado del enfermo. El chamán en la derecha usa la fuerza del caimán negro para lograr sus fines de destrucción. El de la izquierda, tiene por aliado al bufeo colorado, que también causa muerte cuando es manipulado por personas con malas energías. Cada cual pretende matar a la humanidad a su manera, con incendios, tala, derrames de petróleo y tóxicos. Su enorme afán de aniquilación está retratado en su voraz apetito. Ambos quieren devorarlo todo.

el mundo amarillo. inin metsa 2023. 150 X 150 c. acrìliico sobre lienzo.

“Ahora, en el Mundo Amarillo Contemporáneo la humanidad entera está enferma. Por eso yo pinto esta escena para mostrar cómo salir de la crisis planetaria, climática, ambiental y política. Estamos luchando contra nosotros mismos, contra seres humanos que no controlan su consumismo, que no piensan en el futuro.”

El don de la pintura es algo ancestral, para Inin Metsa, pero como los mundos del pasado, es algo que se transforma para producir nuevas realidades contemporáneas. La capacidad visionaria proviene de sus abuelos y abuelas, por parte de madre, la pintora Bawan Jisbe/ Elena Valera, y de padre, el pintor Shoyan Checa/Roldán Pinedo. Con ellos, Inin Metsa aprendió a desarrollar su visión. “Somos una familia de pintores y tenemos voz. Somos mensajeros.” Para él, la pintura no es solamente una práctica estética. Es una manera de tomar conciencia y encarar el futuro.

“Mis abuelas me contaban que el búho es un avisador, un mensajero en la comunidad. Avisa cuando va a venir alguna visita o si va a llover, o si alguien va a llegar a la casa. Por eso yo he pintado a una familia de Búhos, que es como mi familia. Somos una familia de mensajeros.”


Familia de mensajeros. Inin Metsa 2023. Acrílico sobre lienzo, 90 x 70 cm.